La única forma de conseguir, una roca, procedente del espacio exterior, una persona de a pie, como yo, es encontrando un meteorito.
Un meteorito es un cuerpo celeste, que entra en la atmósfera del planeta, atraído por la fuerza de la gravedad del mismo.
Debido a la velocidad y al rozamiento, que la gravedad y la atmósfera ejercen sobre él, arden los elementos menos densos, que configuran la composición del meteoro, quedando los de mayor densidad, (normalmente hierro), cuando llega a la superficie terrestre.
Pues bien, resulta que, paseando por la zona del interior de Valencia, en el año 1988, encontré una piedra negra y brillante.
La roca me llamó la atención, porque era muy distinta a todas las demás que se encontraban alrededor y la cogí.
Al cogerla, también me sorprendió su peso, pesaba más de lo que me imaginaba.
Cuando llegué a casa, observé que además tenía propiedades magnéticas.
La llevé a clase, para que el profesor de ciencias, me dijera, qué tipo de piedra, era esta tan rara.
Tras examinar la piedra con atención, el profesor pidió consejo a otros profesores, los cuales determinaron, que podría ser una magnetita o un meteorito pero, que tendría que dejar la piedra en el colegio, para ellos, poder estudiarla más detenidamente.
Yo era pequeña, me encantaba aquella piedra y temí perderla, así que, no quise dejarla allí.
Para mí, con los años se a convertido en una especie de talismán, incluso, hay gente, que me pide, que les deje tocar “la piedra de Marte”, a mí me da mucha risa, que le llamen así, aunque siempre me queda la duda: ¿será realmente, un meteorito?.
Esta es la foto de la roca. ¿Qué opinas?
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